El mejor antioxidante y el más barato

Sabemos que el contacto con la tierra nos aporta diversos beneficios. Aquí vamos a hablar de uno de ellos.

Estamos diseñados para vivir en contacto con la tierra 24 h al día, 7 días a la semana, 365 días al año, y ese contacto con la tierra hace que recuperemos la capacidad de autosanarnos.

Historia

Durante toda la historia de la humanidad los humanos hemos estado en contacto con la tierra casi permanentemente.

En los últimos milenios hemos protegido nuestros pies con calzado hecho con pieles de animales que permitían el paso de la energía de la tierra al cuerpo.

En la actualidad, ya casi nunca andamos descalzos, y el calzado que usamos está fabricado con materiales no conductores, con lo cual estamos “aislados” de los enormes beneficios del contacto con la tierra.

El calzado moderno, que está hecho de materiales aislantes, nos impide equilibrar nuestro organismo con la carga de la tierra. Nos protegemos tanto de todo que incluso nos protegemos del contacto con la tierra, y esto nos está llevando a sufrir consecuencias más graves de lo que pensamos.

Curiosidades

Los cirujanos cardiovasculares saben que no hace tanto tiempo las personas que pasaban por cirugías a corazón abierto, a menudo morían por la electricidad estática. Hoy en día ningún cardiólogo opera sin que el paciente esté conectado a tierra.

La industria de la pirotecnia también conoce los riesgos de la electricidad estática, pues una persona “cargada” puede hacer que salte una chispa que detone la pólvora, los petardos y otros artículos de pirotecnia.

Lo mismo ocurre con los camioneros que transportan gasolina. En el momento de descargarla en la gasolinera, tienen que estar conectados a tierra, porque una pequeña chispa, causada por la electricidad estática, puede hacer saltar por los aires la gasolinera.

A los animales que viven en granjas cerradas, enjaulados hay que ponerles calefacción porque si no, con el frío, se enferman. Sin embargo, los animales que viven en libertad soportan todo tipo de inclemencias y se mantienen sanos. Clint Ober,  autor del libro “Earthing”, lo achaca a que el contacto con la tierra favorece una mejor regulación corporal y ésto protege de todo tipo de enfermedades.

Clint Ober realizó un estudio con 60 ratas.  Las dividió en dos grupos. Crió a las ratas de ambos grupos con las mismas condiciones, en el mismo tipo de jaula, con la misma alimentación, las mismas cantidades de comida, la misma cantidad de agua, la misma luz y temperatura, etc. La única diferencia fue que a un grupo lo mantuvo en jaulas conectadas a tierra y al otro no. Y lo que observó fue que las ratas que no tenían conexión a tierra tenían niveles de glucosa en sangre más elevados, triglicéridos más elevados, engordaron más (10% de media), en definitiva, sufrieron de problemas relacionados con la inflamación y el síndrome metabólico.

Hay estudios que muestran que vivir en edificios de pisos aumenta el riesgo de paro cardíaco en un 40%. Según Clint Ober esto ocurre porque cuanto más separados estamos de la tierra, mayor es el voltaje del cuerpo y más densa se vuelve la sangre.

Campos electromagnéticos en nuestras casas

Hoy en día en nuestras casas tenemos mucha tecnología que genera un entorno de campos electromagnéticos creados por el hombre que son perjudiciales para nuestra salud: teléfonos, tablets, ordenadores, televisores, refrigeradores, secadores de pelo, aire acondicionado, luces fluorescentes, calentadores, aspiradores, etc.

Luces fluorescentes Bombillas fluorescentes compactas
Ordenadores, tablets, teléfonos móviles Calentadores
Secadores de pelo Refrigeradores
Aspiradoras Aire acondicionado

 

Existe lo que se ha dado en llamar “electricidad sucia”, que es la que se produce, por ejemplo, cuando le damos a un interruptor, que puede producir un pico de voltaje en la red eléctrica. Hay muchas personas que son muy sensibles a esta “electricidad sucia” y a los campos electromagnéticos y se enferman cuando están cerca de ellos. Y en nuestra sociedad moderna es prácticamente imposible escapar de esto.

Existen aparatos con los que podemos incluso medirlos y comprobar cómo el contacto con la tierra reduce el voltaje del cuerpo. Existen lo que llaman Medidores de Voltaje Corporal que indican cuánta electricidad hay en el cuerpo en diferentes momentos.

Si nuestra instalación eléctrica tiene toma a tierra, y los enchufes de nuestros aparatos también, reduciremos considerablemente el problema. Pero el hecho de que un enchufe tenga la tercera entrada no significa que tenga toma de tierra, pues si la instalación eléctrica es antigua y simplemente se ha colocado un enchufe con la clavija de toma de tierra sin conexión, el problema sigue ahí.

Las tablets, teléfonos, ordenadores, si están enchufados y no tienen toma de tierra, aumentan el voltaje a su alrededor en más de 2 voltios. Esto es lo que recibimos si utilizamos cualquiera de estos aparatos mientras se están cargando. Imagínate la cantidad de tiempo que estás con esta carga si duermes pegado a tu teléfono móvil enchufado a la corriente. El voltaje que se considera seguro es de alrededor de 0,1 voltios.

Qué es la conexión a tierra (Earthing)

Se trata del contacto con la tierra que nos aporta electrones cargados negativamente que favorecen nuestra salud, pues hacen que todo nuestro sistema se equilibre y tenga la misma carga que la tierra. Esta es óptima para todos los seres vivos, y por lo tanto para los seres humanos. Estamos diseñados para vivir conectados con la tierra las 24 horas del día, 7 días a la semana, 365 días al año. Sin embargo, los humanos del mundo “civilizado” estamos permanentemente aislados de la tierra y en contacto con fuentes de electricidad “sucia” y campos electromagnéticos artificialmente creados por el hombre. Y hay estudios que muestran lo perjudicial que es para nuestra salud.

Y la conexión con la tierra no la necesitamos simplemente para “descargarnos” de la electricidad estática que se acumula cuando no estamos en contacto con ella, sino para recibir la carga eléctrica de la tierra, los electrones negativamente cargados, que según estudios realizados en los últimos años, nos aportan innumerables beneficios para la salud. Por este motivo, no basta con conectar momentáneamente con la tierra para descargarnos, sino de estar el mayor tiempo posible en contacto con ella para “recargar” nuestro cuerpo con los electrones que cubren la superficie terrestre.

Beneficios de la conexión a tierra

¿Te has fijado que cuando te vas de vacaciones y te pasas el día en la playa, en contacto con la arena, el mar y el sol te sientes mucho mejor?

¿Y te has fijado lo bien que te sientes cuando caminas descalzo sobre la hierba o la arena? Hay estudios que muestran por qué nos gusta tanto y nos sienta tan bien, y tiene que ver con lo beneficioso que es para nuestra salud.

Sabemos que la tierra mantiene una carga eléctrica negativa en su superficie y el contacto con ella hace que nuestro cuerpo adquiera la misma carga que la tierra. Y está comprobado que esto nos reporta muchos beneficios tanto fisiológicos como psicológicos.

Cuando estamos en contacto con la tierra, los electrones cargados negativamente aumentan la estructura del agua de las células. El agua viva está negativamente cargada y puede retener energía como una batería, y también puede soltar energía. Al estar en contacto con la tierra, cargamos cada una de las células de nuestro cuerpo con energía que el cuerpo puede usar para sanarse.

La conexión a tierra restablece la estabilidad eléctrica del cuerpo y esto conlleva muchos beneficios para la salud. Los electrones de la tierra que pasan al cuerpo cuando estamos en contacto directo con ella, ayudan a mantener la sangre fluida al mejorar el potencial zeta, lo cual significa que mejora la energía entre los glóbulos rojos. La carga negativa que nos aporta el contacto con la tierra hace que los glóbulos rojos de nuestra sangre se carguen también negativamente y actúen como los polos iguales de los imanes, que se repelen, y entonces la sangre se vuelve más fluida, menos viscosa. Los estudios realizados muestran que se necesitan 80 minutos para que los electrones de la tierra alcancen el torrente sanguíneo y transformen la sangre.

Lo más importante es que el contacto con la tierra aporta electrones que son los más potentes antioxidantes que se conocen y hacen que el sistema inmunológico y otros procesos fisiológicos del cuerpo funcionen de forma óptima. Se trata del mejor antioxidante, el más efectivo, el más barato, el más abundante y el más fácil de obtener.

Tiene efectos antiinflamatorios y evita todas las consecuencias que conlleva la inflamación. Cuando le aportamos al cuerpo una fuente constante de electrones, a través de la dieta o del contacto con la tierra, contribuimos a reducir la inflamación que se sabe que es uno de los principales factores que contribuye a la enfermedad crónica, a los trastornos autoinmunes y al envejecimiento prematuro.

El contacto con la tierra calma el sistema nervioso y favorece el equilibrio entre el simpático y el parasimpático, favoreciendo la relajación y la disminución del estrés. Los estudios muestran que el contacto con la tierra también sincroniza los dos hemisferios cerebrales.

Diferentes estudios han mostrado que caminar un rato descalzo todos los días, realmente estabiliza el medio interno eléctrico del cuerpo y por lo tanto es muy beneficioso. El contacto con la tierra minimiza las consecuencias de la exposición a campos electromagnéticos perjudiciales y a la electricidad “sucia”.

Beneficios para la salud del contacto con la tierra:

Disminución en la tensión muscular

Equilibrio del sistema nervioso y cambio de activación simpática a parasimpática

Reducción de la inflamación

Hace la sangre más fluída, y mejora los problemas cardiovasculares

Mejora trastornos del sueño, incluyendo la apnea del sueño

Alivia el dolor crónico muscular, articular o de otro tipo

Alivia el asma y otros trastornos respiratorios

Alivia la artritis reumatoide

Alivia el síndrome premenstrual

Regula la tensión arterial

Mejora el nivel de energía corporal

Disminuye el estrés y favorece la relajación

Mejor respuesta y actividad del sistema inmunológico

Regula el funcionamiento de glándulas como la tiroides

Mayor variabilidad en el ritmo cardíaco

Mejoría en indicadores primarios de osteoporosis

Mejora los niveles de glucosa en ayunas en diabéticos

Cuando empiezan a estar en contacto con la tierra de forma habitual, las personas informan de que perciben mejoría notable en muchos aspectos. Y estos cambios normalmente ocurren en 30 minutos. Se empieza a notar que el dolor se reduce, la circulación aumenta, la expresión de la cara se relaja, la piel se vuelve rosada, los pies y las manos se calientan, mejora la respiración y disminuye la fatiga crónica. En definitiva, la persona se encuentra mucho mejor física y emocionalmente.

El cuerpo tiene la capacidad de autosanarse y el contacto con la tierra restaura esta capacidad. Si una persona enferma vuelve a estar en condiciones absolutamente naturales, respirando aire puro, bebiendo agua cristalina recién cogida de manantial, comiendo lo que la naturaleza provee, crudo y recién obtenido de la naturaleza, durmiendo cuando el sol no está visible y la persona mantiene el contacto con la tierra, su cuerpo se sanará solo. Nuestro cuerpo está diseñado para mantenerse sano, no enfermo. Lo que tenemos que hacer es replicar las condiciones de nuestros ancestros en cuanto a hábitos de vida.

Aunque sus hábitos de vida eran mucho más saludables que los nuestros, la esperanza de vida de nuestros ancestros era mucho más baja que la nuestra por las infecciones, la escasez de alimentos, las guerras, los depredadores y la mortalidad infantil.

Cómo restablecer el medio interno eléctrico natural de nuestro cuerpo

  • La mejor manera es andando descalzos sobre la tierra, la hierba o la arena.

Superficies conductoras                  y no conductoras:

Arena de la playa Asfalto
hierba (preferiblemente húmeda) Madera
Tierra Goma y plástico
Ladrillos o baldosas sin esmaltar Vinilo

 

  • Una buena opción es nadar en rios, lagos y sobretodo en el mar (porque así aprovechamos también las maravillosas propiedades del agua del mar).
  • Una buena alternativa es utilizar pulseras, alfombrillas y demás aparatos con los que podemos conectarnos a la tierra en nuestra propia casa, e incluso dormir conectados a tierra por medio de sábanas y ropa de cama con conexión a tierra.

OJO: Precauciones

Como hemos comentado, la conexión a tierra hace que se regúlen los niveles de glucosa en sangre, la glándula tiorides y que la sangre se vuelva más fluida. Por este motivo, si estás tomando cualquier tipo de medicación, para éstas u otras patologías, debes consultar con tu médico antes de empezar con la práctica habitual de la conexión a tierra, para adecuar tu medicación y asegurarte de que será beneficioso para ti.

¡Ojalá los psiquiatras en lugar de electroshock y los médicos en lugar de tanto medicamento antiiflamatorio y anticoagulante, empiecen a recetar a sus pacientes andar descalzos!

En conclusión:

Estamos diseñados para vivir en contacto con la tierra 24 h al día, 7 días a la semana, 365 días al año, y ese contacto con la tierra hace que recuperemos la capacidad de autosanarnos. ¡Empecemos a hacerlo con regularidad ya!

Cuando estés en la naturaleza, aprovecha para estar en contacto directo con la tierra todo el tiempo que puedas.

El ser humano se desarrolló en contacto con la tierra y necesita mantener ese contacto natural para tener salud de VERDAD.

Referencias:

http://file.scirp.org/pdf/Health_2015081716010615.pdf

https://www.youtube.com/watch?v=v_z0HXOUSYQ

https://www.amazon.es/Earthing-Descalzos-MARTIN-ZUCKER-OTROS/dp/8478088814


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